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Sumando color - Nova Andaina - Marta Casás
Imagen de Joe en Pixabay

Día 7 de abril de 2020, día 23 de mi cuarentena. Sale el sol en la Villa.

A los televidentes nos han cambiado el discurso, los telediarios ya no encabezan sus titulares con la cifra de muertos sino con la de salvados del Covid-19. Parece que el ambiente comienza a cambiar y pasamos de la suma a la resta, restamos grises para sumar color. No está siendo nada fácil, pero en esta vida, qué lo es. Ya sonreímos en medio de la tristeza y el desánimo.

La vida está pagando mal a la mayoría de las gentes de este lugar llamado mundo, un mundo que no hemos inventado, o sí, pero del que todos formamos parte.

Y qué es el mundo, cuando decimos qué mal está el mundo, a qué nos referimos. ¿Estaremos generalizando nuestra propia situación, o simplemente es una forma de hablar?

El diccionario español indica que mundo es el conjunto de todas las cosas que existen y de la humanidad, en otras definiciones nos dice que es el conjunto de todas la cosas creadas…

Basados en esto, estamos hablando muy bien, porque si formamos parte de un todo y la mayoría del todo está mal, el mundo estará mal también y si la mayoría mejora, pues el mundo también sanará.

Cuál crees tú que es el gran problema del Covid-19. Para mi el problema grave es que este cabronazo de virus nos ha declarado la guerra a toda la humanidad y nos ha metido en las trincheras.

¿Trincheras, porqué les llamas trincheras?

Cuando vamos al hogar o a casa, vamos a un lugar seguro pero son totalmente seguras nuestras casas ahora ¿? NO, ni de broma; por eso vamos a las trincheras.

Hay muchas trincheras diferentes, la más fea de todas es la tuya pero está perfectamente ordenada, armada y pertrechada. Además cuenta con un gran número de tropas que están luchando contigo y por ti.

La más bonita posiblemente sea la mía, aparentemente sin bichos a los que matar ( aunque no lo sé con certeza ), con comida rica, con la gente que quiero y con el trabajo en la mesa del comedor pero… no tengo balas, no tengo casco, por no tener no tengo ni fusil y mucho menos tropas que luchen conmigo. Así que mi trinchera es muy bonita pero … muy poco efectiva. A pesar de todo estoy segura de que tú me cambiarías la trinchera encantado, yo … déjame que lo piense.

Tengo que pensármelo porque aunque hoy no es el caso, muchas veces en los últimos veinte años tuve que luchar en tu trinchera, a veces incluso no tenía ni armamento y créeme cuando te digo que sé perfectamente cómo te sientes, seguro que el susto inicial ya ha pasado, para dejar paso a la frustración y el desánimo. Y ahora, ¿en qué punto te encuentras? ¿Te has pasado al color gris, ves la luz al final del túnel o hoy todo vuelve a ser de color de rosa?

Da igual en qué punto estés hoy porque vas a pasar por todas estas etapas, por todas… pero créeme que cuando sales del túnel todo vuelve a ser de color y en muchas ocasiones de un color mucho más intenso que antes de entrar en el agujero.
Ponte las zapatillas de correr y corre, corre, corre… al final del túnel te esperamos con los brazos abiertos y un mundo nuevo que explorar.

Que tengas una buena maratón, te espero en Vilalba, aquí se corre estupendamente y se descansa todavía mejor.

Marta Casás Sardiña